martes, 11 de febrero de 2014

la moda para los niños adolescentes

¿Son los diseñadores del mañana? ¿Los Nicolás Ghesquière, Marc Jacobs y Alexander McQueen del futuro? ¿O es solamente un juego de niños? Desde luego, los pequeños tienen a mano (y a máquina) todos los recursos imaginables y por imaginar. Los recortables de toda la vida no solo salieron de la chistera de Louis Vuitton (sus paper dolls) para la colección Primavera-Verano 2013, sino que se han reinventado con la varita mágica de las nuevas tecnologías y el amor eterno al accesorio y la personalización. Y digámoslo, cierto aire vintage.
Todo porque las editoriales para niños y adolescentes, acostumbradas a mimar e incluso a ‘malcriar’ a su público, se han subido a esa cresta de la ola que es el fashion y el DIY, ‘el háztelo tú mismo’. Y lo han hecho con libros, costureros, kits, patrones, plantillas, pegatinas... Para que los creadores-revelación hagan de su cuarto un atelier. O si quieren, un ‘showroom’, como manda la moda. Es cuestión de vocación. A unos les vuelven locos los coches. Y a otros, las pasarelas.
Que tu hija (o hijo) apunta maneras, pon a su alcance un kit de diseño o un maletín de moda, la versión avanzada del costurero de la abuela, y verás su creatividad expandirse como el universo. Hay que tener cuidado con las tijeras, eso sí; esta asignatura se llama ‘corte y confección’. ‘Customizarán’ sin saber que están ‘customizando’. Porque la ropa no es como la energía: se crea, se destruye (o se estropea) y además, se transforma. Y no temer el cajón ‘desastre’ ni los acericos repletos de alfileres punzantes. Al contrario, mejor colgar un metro de su cuello cuanto antes y darles carrete. Esto va en serio.
Porque si te está pidiendo a gritos patrones, un maniquí y mucha tela que cortar, y si el pasillo parece la Fashion Week, es probable que tengas un diseñador en casa, en modo ‘haciéndose’. Si es así, toma nota porque estos pueden ser sus 10 ‘imprescindibles’. Los ‘básicos’ de los futuros creadores de moda. Muchos libros, algún kit y una máquina de coser.


1. Hay que echarle imaginación. Cuando ya habíamos aprendido que “pop up” era una ventana emergente en la pantalla del ordenador, llegó el nuevo concepto de tiendas y restaurantes de quita y pon. Ahora, la expresión da un nuevo giro: Pop y Up, con mayúsculas y por separado, son las dos protagonistas de un libro interactivo en el País del Papel.

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